Recursos de la extendida Plataforma Continental Argentina

Por Pablo Kornblum

La prolongación natural del territorio que ha fijado un nuevo límite exterior de la Plataforma Continental ARGENTINA incorpora 1.782.000 metros cuadrados, 35% más que la superficie actual. La geografía comprendida en la demarcación presentada, entre las 200 millas marinas y el nuevo límite externo, equivale a cerca del 48% del territorio emergido de la ARGENTINA. Si se le adicionan los 4.799.000 km2 comprendidos entre las líneas de base y las 200 millas, el nuevo límite implica que ahora la plataforma continental del país supera los 6.000.000 de kilómetros cuadrados, extendiéndose en algunas zonas hasta las 350 millas.

Este nuevo escenario permite que la ARGENTINA tenga derechos exclusivos y excluyentes en toda la extensión de su plataforma continental; por lo tanto, el desarrollo de proyectos de exploración o explotación del lecho submarino, ya sea tanto de actores estatales como no estatales, requiere actualmente el consentimiento expreso de nuestro país. Esta nueva realidad geográfica se extiende sobre las ISLAS MALVINAS, GEORGIAS DEL SUR y SÁNDWICH DEL SUR y los territorios ANTÁRTICOS:

El trabajo científico, técnico y jurídico que permitió demarcar el nuevo límite exterior de la Plataforma Continental ARGENTINA, fue realizado por la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (COPLA) a lo largo de veinte años. Que sea un criterio científico el que respalde y fortalezca la seguridad jurídica no es un tema menor. La lógica geopolítica de la discursiva del Tratado Antártico es de basamento científico-técnico; por lo tanto, la reciente decisión refuerza la posición ARGENTINA bajo objetivos altruistas y alejados de cualquier atisbo de beneficio económico o militar.

Por otro lado, los malvinenses tienen ahora otro obstáculo más sobre sus derechos económicos. Cabe destacar que mientras la ONU no se definía en cuanto a la soberanía del territorio en disputa, el Gobierno de las ISLAS MALVINAS (FIG por sus siglas en inglés) podía explotar esa franja gris que implicaba negocios hidrocarburíferos y pesqueros dentro del lecho marino. A partir de ahora, se requerirá un involucramiento mayor del RUGBIN para negociar con la ARGENTINA, hecho que atenta aún más no solo contra los deseos de soberanía de los isleños, sino también con el objetivo británico por el cual los malvinenses se puedan sentar en la misma mesa de diálogo/negociación con la ARGENTINA.

En tanto el RUGBIN, bajo una lógica con fuerte impronta economicista, buscó que tanto las ISLAS MALVINAS, como las ISLAS GEORGIAS DEL SUR y SANDWICH DEL SUR, y el territorio ANTÁRTICO, sean aceptados por la COMUNIDAD EUROPEA como bases extraterritoriales de EUROPA para su explotación futura, como lo indica el anexo II del Protocolo de Lisboa del 2005.

Por otro lado, cabe resaltar que bajo el objetivo geopolítico del RUGBIN, las ISLAS MALVINAS y la ANTÁRTIDA son parte de un único sistema estratégico de poder (que incluye la potencialidad económica) cuyos márgenes se amplían con sus territorios de ultramar ubicados en el centro del ATLÁNTICO SUR; en este aspecto, las islas de ASCENSIÓN, TRISTÁN DA CUNHA, y las GEORGIAS DEL SUR y SÁNDWICH DEL SUR le confieren el control logístico del camino de Occidente a la ANTÁRTIDA.

El objetivo se clarifica cuando complementamos el análisis con la lógica geoeconómica. Si sumamos las reclamaciones soberanas de AUSTRALIA, NUEVA ZELANDA y el RUGBIN sobre la ANTÁRTIDA, las mismas constituyen más del 70% de la superficie de ese continente. Estos países tienen a la Reina Británica como jefa de Estado, es decir, son parte de la Corona y defienden sus intereses estratégicos.
En cuanto a los recursos en sí, ARGENTINA extiende el derecho soberano sobre el fondo del mar, donde se incluye la explotación hidrocarburífera (petróleo y gas) y mineral (hierro, zinc y otros de uso industrial estratégico, como nódulos polimetálicos de manganeso, costras de cobalto o sulfuros) , los recursos pesqueros o ictícolas que están apoyados sobre el fondo submarino, y las especies sedentarias – tales como la langosta, los mejillones y las vieiras -.
Estos recursos naturales adicionan no solo potencialidad económica en término de las materias primas tan requeridas en el mundo – sobre todo en las industrias de la biotecnología, la farmacéutica, y la electrónica -, sino que contribuyen a la seguridad energética y alimentaria; lineamiento central en las políticas económicas Estatales actuales y a futuro.

Un claro ejemplo es BRASIL, país que inició su camino hacia la minería oceánica con la explotación de fosforitas – se estima que en el fondo del mar hay cerca de setenta veces más minerales que en las tierras emergidas -. En este sentido, la gigante estatal Petrobras aprovechó su know how en términos de operatoria off-shore y BRASIL logró controlar el mercado nacional de fertilizantes, insumo crítico para el rubro agrícola y responsable de gran parte de su Producto Bruto Interno.

Sin embargo, cabe destacar que la extensión de la plataforma continental no sería vital para la generación de recursos económicos diferenciadores en el corto plazo para la ARGENTINA. La potencialidad hidrocarburífera de las ISLAS MALVINAS – nuestro primer objetivo más viable en términos operativos y técnicos, más allá de las potencialidades futuras de la ANTÁRTIDA en términos diplomáticos -, todavía se encuentra en pañales.

En este aspecto, a pesar de las promesas de los malvinenses, las empresas petroleras, el RUGBIN, Lobistas británicos, etc., la producción al día de hoy es nula, y las reservas probadas y prospectivas (aquellas que dependen de condicionamientos tecnológicos, económicos, etc.) no tienen relevancia geopolítica a nivel internacional, ya que no representan ni el 1% de las reservas globales hidrocarburíferas. Solo sirve para mantener vivo el conflicto, realzar la especulación financiera, y motorizar la economía isleña.

Por lo tanto, cualquier ‘ganancia económica’ para la ARGENTINA derivada de la extensión de la plataforma, no sería relevante en la actualidad. Pero el objetivo a mediano y largo plazo podría enfocarse en el continente ANTÁRTICO. La ANTÁRTIDA alberga más del 80% de las reservas de agua dulce del planeta, además de que solo en el 5% de la superficie se han hallado más de 280 minerales. Se comprobó además que en la región existe una reserva de carbón de 2.000 millones de toneladas, lo que la sitúa a la ANTÁRTIDA como el segundo reservorio en el mundo después de los ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA. También en la zona occidental del sector antártico se encuentran las reservas de vetas de cuarzo y purita, que llegan a 2.500 toneladas y concentran enormes reservas de petróleo, gas, carbón, hierro, uranio, oro, plata.
Por para el avance sobre la ANTÁRTIDA, hay que tener en cuenta dos factores claves en términos de capacidad y sustentabilidad: los desarrollos tecnológicos y el cuidado del medio ambiente. Para citar un ejemplo, los sulfuros polimetálicos son económicamente muy relevantes, aunque las expectativas de obtención son muy localizadas, ya que se encuentran en aguas profundas y bajo altas temperaturas. Por otro lado, mientras se explotan los recursos del mar, los riesgos medioambientales son amplios y la frágiles del ecosistema es alta, sobre todo ante la falta de conocimiento y control sobre los lechos submarinos.

El RUGBIN lo tiene claro y ya ha avanzado sobre este punto, encabezando la lista de países con capacidad de extraer minerales en el fondo mar. La empresa británica NAUTILUS MINERALS INC. tiene el monopolio tecnológico global de la minería submarina. Cerca del 60% de las acciones de NAUTILUS operan fundamentalmente en Londres, mientras las restantes acciones están en manos de empresas vinculadas a negocios diversos en el mundo anglosajón.

Por otro lado, NAUTILUS sólo opera en territorios Commonwealth y, por ahora, en la zona de Pacífico: PAPÚA NUEVA GUINEA, ISLAS SALOMÓN, ISLAS FIJI, NUEVA ZELANDA, TONGA y VAUATU, un ex condominio colonial anglo-francés. Estos países se encuentran sobre el denominado ‘cinturón de fuego del pacífico’, la falla tectónica donde se registra el 70% de la actividad geológica planetaria y la mayor concentración conocida de minerales del mundo.

Con el foco en el ATLÁNTICO SUR y su potencial, NAUTILUS saca a relucir dos temas importantes. Por un lado, siempre nos referimos a Capital financiero y Territorios de explotación anglosajones. No hay apertura a terceros Estados que puedan sacar rédito económico alguno. Por otro lado y pensando a futuro, la mayor concentración de territorios coloniales británicos de ultramar, donde no se pagan regalías, se encuentran en el ATLÁNTICO SUR – incluyendo los territorios en disputa con la ARGENTINA y su extendida Plataforma Continental -.

Como complemento, a través del sistema Argos el RUGBIN monitorea temperaturas, salinidad y corrientes submarinas de todo el mar antártico, mientras que el British Antartic Survey estudia y nomencla las riquezas del ecosistema marino. Las ISLAS GEORGIAS DEL SUR Y SANDWICH DEL SUR, dos islas prácticamente deshabitadas y con un desarrollo económico marginal – e inferior aún a las ISLAS MALVINAS – son un claro ejemplo de la alianza público/privada con ‘fines estrictamente científicos y con el objetivo de proteger la riqueza de la biodiversidad’. Amparándose en el cuidado de los recursos naturales y el medio ambiente, el RUGBIN se asegura que la ARGENTINA no se oponga a esta acción ‘altruista para con la humanidad toda’, sobre más de un millón de kilómetros cuadrados.

Finalmente, el punto que mantiene viva la disputa diplomática para la ARGENTINA luego del fallo, se centra en que si bien la medida reafirma la soberanía de nuestro país, no impacta de modo directo sobre la columna de agua; por lo cual, no tiene influencia sobre la mayoría de los recursos pesqueros importantes para la región. Por lo tanto, la discusión sobre la explotación de los recursos pesqueros y el otorgamiento de Licencias continuará. En este aspecto, el RUGBIN ocupa el 73% del territorio marítimo austral y se estima que sus capturas representan el 40% del total del ATLÁNTICO SUR.

Esta temática no es menor en términos geopolíticos. Empresas asiáticas (JAPÓN, COREA DEL SUR) y europeas (ESPAÑA, POLONIA) son las principales Licenciatarias Pesqueras en las aguas circundantes a las ISLAS MALVINAS, GEORGIAS DEL SUR Y SANDWICH DEL SUR; por lo que cualquier cambio en el statu-quo de soberanía dispararía un ejercicio de Lobby para con sus propios gobiernos. A pesar de que las toneladas de pescado capturadas representan una rentabilidad marginal para las economías estatales, cualquier medida tendría relevancia geopolítica en términos de posicionamiento estratégico en la zona y su proyección económica antártica.

En este sentido, un cambio/apertura en términos geopolíticos y geoeconómicos – con una lógica potencial similar a las tierras del ÁRTICO, donde por ejemplo FINLANDIA, NORUEGA, ISLANDIA y RUSIA tienen derechos y exclusividad sobre una variedad importante de actividades económicas -, realzaría la importancia de ‘tener presencia pionera’; donde por ejemplo, a futuro cualquier Estado con soberanía ANTÁRTICA podría – si tuviera la capacidad tecnológica y financiera como pareciera tener el RUGBIN hoy -, homologar, clasificar y patentar genomas de organismos capaces de vivir a 20 grados bajo cero, lo que serían fundamental para la Investigación & Desarrollo de la industria farmacéutica.