https://www.yumpu.com/es/document/view/59513735/revista-octubre-n14
La actividad mundial mostraría un leve repunte en el año 2017, donde se mantendría el statu-quo de tracción por parte de las economías asiáticas (con CHINA como segunda economía global creciendo al 6,5%) e India (+7,3%), junto con un leve crecimiento del resto del mundo.
Otras economías de gran tamaño, como RUSIA y BRASIL, que provienen de procesos políticos dificultosos (CRIMEA y la destitución de ROUSEFF) y precios descendentes de materias primas, han estabilizado su ciclo de crecimiento derivado de la reversión de estas dinámicas adversas; lo que a su vez implica efectos económicos positivos para sus respectivas regiones.
En tanto a la primera economía del mundo, los ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA, el crecimiento económico pasaría del 1,6% en 2016 al 2,1% el corriente año 2017. Esta evolución sería resultado tanto de una recuperación de la inversión por las expectativas empresarias positivas con el cambio de gobierno de un gobierno afín a los intereses corporativos, lo que también acarrearía un mayor dinamismo del consumo, derivado de una mayor tasa de empleo, en el corto plazo.
En la zona del EURO se espera un estable crecimiento interanual del 1,9%, donde se mantiene cierta flexibilidad y pragmatismo en las decisiones, una clara política monetaria expansiva en la mayoría de los países, y políticas fiscales estables en la generalidad de los casos; ya que hay un ‘entendimiento’ generalizado – dada la propia experiencia regional – que las políticas de ajuste no logran el cometido discursivo propuesto.
Para el RUGBIN se proyecta un crecimiento del 1,7%, levemente inferior al de 2016 (1,8%). Con el país inmerso en el proceso del BREXIT durante los próximos dos años, estas proyecciones están sujetas tanto a fluctuaciones negativas, debido a los costos que pueden implicar no solo el pago por la salida, las potenciales consecuencias sobre el comercio o la pérdida de empleos en algunos sectores (especialmente el financiero), como las positivas, en relación a un mayor dinamismo del mercado interno, expectativas positivas de consumo y producción endógena, y potenciales acuerdos tanto con la UE, como con el resto del mundo.
En línea con la mayor actividad global, el comercio mundial ha cobrado cierto dinamismo, después del bajo crecimiento que mostró en el 2016 — de solo un 1,4% en términos de volumen —, impulsado por niveles positivos de inversión. Sin embargo, escenarios políticos rupturistas (como el BREXIT, el requerimiento independentista de Cataluña, o la retórica diplomática agresiva con gobiernos más extremistas en temas como las migraciones), conllevan a escenarios más proteccionistas o regionalistas en términos de las cadenas de valor.
En otro punto importante se observa un incremento promedio de los productos básicos en torno a un 12% en relación a los valores de 2016, con acento en la energía, los metales y minerales (+19%). Estos estímulos tienen tanto que ver con la mayor demanda de petróleo, como con los recortes por parte de la OPEP y los dilemas políticos de Productores de importancia como RUSIA o VENEZUELA, y con las mayores inversiones en la extracción de minerales a través de un ingente proceso de financiación (por ejemplo el caso de EE.UU. con relación al cobre).
En el caso de los productos agropecuarios, relevante también para toda la región latinoamericana, se han generado importantes cosechas en algunos productos particulares, como son los granos y la soja, lo cual incidiría en un aumento mucho más moderado de los precios. Se espera para 2017 un precio que en promedio resultará un 3% superior al vigente durante el año anterior.
Los mercados financieros iniciaron el año 2017 con una baja volatilidad y aumentos importantes de precios en los mercados accionarios. De forma consistente con esto, en ausencia de niveles altos de aversión al riesgo en los mercados, los flujos de capital de cartera hacia las economías emergentes se encuentran en ascenso (proceso favorable de captación para economías que buscan una inyección de capital) y los precios de los activos financieros, en particular en los mercados accionarios, se han fortalecido, apoyados en las mejores perspectivas de crecimiento de la actividad económica para este año.
Por otro lado, el control de la inflación se mantiene como un eje central, sobre todo a través de incrementos en la tasa de interés (la referencia de la Reserva Federal de los EE.UU. se encuentra en un proceso creciente, esperando que se ubique en los 1,75% a finales de este año), conllevando a un mayor costo de financiamiento de las economías tomadoras de créditos.
En términos geoeconómicos, la disputa por los recursos estratégicos se mantiene, con fuertes inversiones y aportes de los FSI (Fondos Soberanos de Inversión), en distintas locaciones del mundo. CHINA, RUSIA y otras potencias con objetivos geopolíticos y capacidades financieras (como el Emirato de Qatar), encuentran en los préstamos e inversiones la posibilidad de hacerse de estos recursos necesarios para dinamizar sus economías y ocupar más espacios en la arena internacional.
Por otro lado, las disparidades de crecimiento y desarrollo en la mayoría de los Estados del planeta no solo han generado corrimientos políticos hacia los extremos que exacerban las disputas sociales, sino que también han puesto al descubierto los dilemas generados por la puja y distribución de los recursos. En este sentido, las discusiones sobre los Gastos en Defensa se dan dado en términos relativos con otros Gastos considerados ‘prioritarios’ como la Educación y la Salud.
También algunosactores políticos de relevancia intentan transmitirle a las respectivas poblaciones sobre cuales serian las políticas económicas óptimas sobre las cuales pararse en la arena global (las mejores inversiones en el extranjero, bajo que condicionamientos se debería tomar deuda, etc.). En este sentido, se torna fundamental las ‘teorías de la dependencia’ que se generan ante la inmiscuisión económica de terceros Estados en el manejo de las políticas económicas nacionales (compras de bonos, inversiones en recursos estratégicos, etc.).
Como punto conclutorio, no se puede dejar de mencionar la importancia que le otorgan algunos de los Estados más importantes en torno de las Inversiones en Investigación y Desarrollo en términos de las áreas y las temáticas que requieren una mayor explotación (ej. Los desarrollos petroleros Off-Shore) o las nuevas a explorar (ej. La biodiversidad de la Antártida), los cuales requieren una decisión política estratégica de Estado de largo plazo; aquellas que generarán efectos positivos diferenciadores en la calidad de vida de sus poblaciones actuales y futuras.