Escenario económico del Brexit – Impacto económico en la Argentina

Por Pablo Kornblum

http://lahilacha.com.ar/economia/brexit-nos-toco/#more-881

https://www.yumpu.com/es/document/view/55747254/numero-1-julio-2016

Más allá de las temáticas culturales o ideológicas (como es el caso de la inmigración), los ciudadanos cosmopolitas de las grandes ciudades británicas, atadas a la lógica de los servicios financieros que dan soporte a la globalización – y a casi ¾ de la economía del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (RUGBIN) – no pudieron contra un escenario económico recesivo e inequitativo que vive la otra gran parte de la población. Evidentemente, en una perspectiva de crecimiento magro e inflación en alza, la potencia del intercambio intrazona con el resto de la Unión Europea (UE) parece no haber sido suficiente para el triunfo de la permanencia. Y como ocurre en la mayoría de los cambios bruscos de la macroeconomía global, la riqueza no se destruye (siempre que sea mayormente ligada a la economía real y no financiera – hecho que reviste de importancia en el Brexit -), sino que se redistribuye.

Los sectores de la economía británica más golpeados serán los de vanguardia/mayor valor agregado vinculados con el mundo; como es el sector financiero, el aeroespacial o el farmacéutico. El comercio también se verá afectado: la mitad del comercio del RUGBIN con el exterior lo realiza con la UE. Como contraparte, los sectores de la economía vinculados a una lógica mercado internista podrán ser beneficiados con una devaluación que les devolverá competitividad, al menos en un primer momento. Luego se deberán potenciar las posibilidades de insertarse en otros mercados y aprovechar la diversidad de proveedores y la flexibilización laboral post Estado de Bienestar para alcanzar un rápido reacomodamiento del capital humano y físico en la economía real.

En términos monetarios, aunque todos los bancos centrales relevantes del planeta ya anunciaron que pondrán a disposición más de 500.000 millones de Euros para sostener el equilibrio macroeconómico global, la debilidad de la Libra Esterlina arrastró a un golpeado Euro, en contraposición a los otros grandes actores de la geopolítica que verán sus monedas revaluadas en términos relativos. El ‘flight to quality’ ya se ha vivenciado en las primeras horas post referéndum con una revalorización del Dólar y el Yuan, junto con otros activos de refugio como el oro (+ 5%).

Como contraparte, este escenario postergaría el plan de alza gradual de la tasa de interés de la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU), ya que de no ser así se encarecería en demasía la economía estadounidense y no contribuiría a mejorar el ya débil crecimiento endógeno y global. Este contexto de bajas tasas de favorecería a la economía argentina; no solo porque se evita la salida de capitales en busca de mayores rendimientos seguros, sino porque también se impedirán incrementos de las tasas de deuda local.

En tanto que la Argentina busca volver a los mercados internacionales de capitales, otro punto importante de la revalorización del dólar se encuentra en el rendimiento de los bonos soberanos argentinos, los cuales continuarán siendo atractivos para los fondos de inversión, hoy en torno al 7% anual en dólares. Y aquí la importancia del complemento de una política monetaria activa: el Peso argentino no deja de ser una moneda emergente y vivenciará una dinámica bajista en el corto plazo – positiva para los actores de la economía doméstica que sostienen que la inflación y el atraso cambiario están erosionando la competitividad -, para luego estabilizarse luego de que transcurran las primeras semanas. Como la relación económica con el RUGBIN no es trascendente para la Argentina (comercio, inversiones, turismo), los impactos financieros y macroeconómicos directos serán marginales en el mediano plazo.

Otro punto a tener en cuenta para nuestro país es la reacción de los precios de las materias primas, clave en las exportaciones nacionales y la generación de divisas. A pesar de que la economía real no debería sentirse resentida de manera directa – bajo el concepto que soslaya la relevancia del clima, la demanda, los volúmenes producidos, etc. -, se deberá esperar las consecuencias geoeconómicas que tiene el Brexit sobre los grandes inversionistas que trabajan sobre los mercados a futuro, los cuales se encuentran estrechamente vinculados al campo y la agroindustria argentina.

En cuanto a las inversiones, un punto negativo a tener en cuenta es que la aversión al riesgo encarece el endeudamiento de los mercados emergentes – requerido no solo por el gobierno nacional, sino también provincias y otros actores privados como las grandes empresas -, además del efecto que podrá tener en los potenciales inversores extranjeros en nuestro país. Y en términos comerciales, el análisis para realizar las políticas económicas prospectivas ya debería tomar en cuenta la diferenciación de ambos actores por separado: la UE y el RUGBIN.

Por un lado, si el Brexit profundiza el bajo crecimiento de la región europea, las exportaciones argentinas se verán claramente resentidas para un mercado que, como un todo, es relevante para nuestro país (junto con BRASIL, CHINA y EEUU, la UE en conjunto representa el otro gran mercado de intercambio). Por otro lado, la separación entre la UE y el RUGBIN implica un proceso de dos años para desarmar un comercio integrado y sin aranceles. Ello genera una brecha temporal que brinda la oportunidad para evaluar y realizar la mejor estrategia de política económica para con la UE y la nueva relación con el RUGBIN; no solo a través del Mercosur (nunca se ha podido arribar a un acuerdo económico entre el Mercosur y la UE), sino también en términos bilaterales. En definitiva, en el largo plazo la Argentina dependerá de su posicionamiento ante el reacomodamiento de las variables geoeconómicas.

Finalmente y en cuanto a las Islas Malvinas, el escenario petrolero y el pesquero son los de mayor relevancia. En cuanto a la ley Argentina sobre las empresas que operan en las Islas Malvinas y su prohibición para trabajar en la Argentina (la mayoría de capitales británicos), y los peces que fluyen a través de las corrientes marítimas desde las aguas argentinas previo a llegar a la zona de pesca de las Islas Malvinas, la Argentina podría aprovechar en términos de rupturas o nuevas alianzas económicas/comerciales con los países de la UE (por ejemplo el caso de España en relación a la pesca) o extra-regionales (profundización de relaciones mutualmente convenientes con otros Estados de diversas áreas – Asia, Sudamérica – ante un RUGBIN más aislado) con intereses en las Islas MALVINAS y su proyección Antártica (este punto también generaría una mayor autonomía u otras alianzas para profundizar los proyectos de investigación y ocupación territorial con menor control británico).