Centro Argentino de Estudios Internacionales
Observatorio de Brasil, Número 6, Año II, Primavera Sur 2010
http://www.caei.com.ar/es/pfp/brasil/brasil6.pdf
Autor: Pablo Kornblum
Tipo de cambio, auto-sustentabilidad y
nacionalismo para un Brasil en continuo
crecimiento.
El escenario local, sin mayores cambios en un ambiente típicamente electoral
Previo a las elecciones presidenciales, el gobierno del Presidente Lula decidió no realizar modificaciones en términos de política económica que puedan perjudicar a su candidata Rousseff. Por lo tanto, se mantuvo la tasa básica para los tipos de interés en 10,75%. Este concepto nos focaliza una vez más la necesidad de reforzar los vínculos políticos cuando analizamos las decisiones de los gobiernos en materia económica.
Por otro lado, con expectativas más que positivas durante el final de la gestión del presidente Lula, la economía de Brasil acumuló un crecimiento del 8,9% en el primer semestre de 2010, el mayor para el mismo período en los últimos 14 años. Además, el índice de desocupación en las seis principales regiones metropolitanas fue de 6,2% en septiembre; el más bajo desde 2002.
En la misma tendencia favorable, el empleo en la industria registró en julio un crecimiento del 0,3% frente a junio y un 5,4% respecto a julio de 2009; acumulando un alza del 2,9% en 2010. Un claro ejemplo han sido las 2,72 millones de unidades de vehículos producidos entre Enero y Agosto de este año, un 17,3% más que en igual período del año pasado. Este crecimiento en el sector que genera más valor agregado se condice con los 2.4 millones de empleos formales creados entre los meses de Enero y Octubre de 2010.
Las materias primas y alimentos, clave para el futuro
Por otro lado, Brasil no quiere perder el tren de la creciente demanda internacional de alimentos. Para atender una tendencia mundial que parece no detenerse (por lo menos por la necesidad de los BRICs en el corto plazo), los 148 millones de toneladas de cereales, leguminosas y oleaginosas (un 10,9% más que 2009) sostienen este contexto favorable para los países exportadores de materias primas. En contraposición, la consecuente tendencia incremental acarrea efectos domésticos negativos. Por ello, el Comité de Política Monetaria (COPOM) advirtió que podría elevar la tasa de interés si un incremento en los precios de los alimentos se propaga a otros bienes.
Sin embargo, la diversificación entre alimentos y recursos energéticos parecen ser una prioridad del gobierno, a pesar de las controversias generadas con los grupos ambientalistas y sectores políticos que critican la sustentabilidad de las políticas del PT. Mientras los grupos opositores toman como referencia el aumento de las importaciones de trigo en un 20% interanual entre enero y septiembre de 2010 (llegando a las 5 millones de toneladas) debido a la mala calidad en las cosechas domésticas por un exceso de lluvias; el Director General de la Agencia Nacional de Petróleo, Haroldo Lima, declaró que el etanol y el biodiesel continúan siendo una prioridad para el gobierno Brasileño. Reforzando este concepto, indicó que “No queremos transformarnos en una víctima más de la enfermedad del petróleo…”, lo que implica la poca probabilidad de encontrarnos con cambios estructurales de política energética en el corto/mediano plazo.
Para finalizar, no es menor destacar la elevación del 2% al 6% del impuesto sobre Operaciones Extranjeras (IOF), que recae sobre las inversiones foráneas en la renta fija. También se debe recalcar que el incremento no se aplicará a la renta variable, la bolsa, o las inversiones extranjeras directas. La importancia del gobierno para con la nacionalización de los recursos naturales implica evitar que los mismos caigan en manos foráneas donde puedan generarse conflictos futuros con terceros Estados (sobre todo en el área de alimentos). Pero por otro lado, el gobierno no desea descuidar e incentiva al capital productivo extranjero (no golondrina) a invertir en proyectos que generen rentabilidad – lo que no se contradice con lo anteriormente expuesto, pero si pone límites que protegen los intereses nacionales en estas áreas sensibles para el futuro económico-político y medio ambiental del país -.
Las devaluaciones competitivas y el cuidado del Real
Las devaluaciones competitivas, un tema complejo con aristas globales, parece no condecirse con las políticas de aumentos de productividad y producción generadas por el gobierno Brasileño. En este sentido, el gobierno brasileño busca tomar medidas para contener la apreciación del real y evitar la pérdida de competitividad con otros países. En palabras del Ministro de Economía, Guido Mantega: “Estamos atentos. No podemos permitir que otras monedas artificialmente desvalorizadas nos ganen espacio”. Asimismo, Mantega pidió “que en la reunión del G20 que haremos en Seúl (…) los líderes podamos discutir la cuestión cambiaria e intentar algún tipo de acuerdo para organizar esa disputa, que al final de cuentas es una disputa comercial”.
Sin embargo, en el corto plazo ya el gobierno ha vivenciado una tendencia en la revalorización del real (desde finales de junio el real se ha fortalecido más de un 7%). Como consecuencia, Brasil acumuló en los diez primeros meses de 2010 un superávit comercial de 14.627 millones de dólares, un 35% menos que en el mismo período de 2009. En este sentido, las importaciones entre enero y octubre sumaron 148.613 millones de dólares, un 43,8% más que en el mismo período del año pasado; mientras que las exportaciones, se incrementaron solo un 29,7% para llegar a los 163.310 millones de dólares.
Por lo expuesto, la reacción por parte de la cartera de Economía no se hizo esperar, autorizando ilimitadamente la compra de dólares para evitar la sobrevaluación de la moneda Brasileña. Al mismo tiempo y para tranquilizar a los mercados, el Ministro Guido Mantega declaró que “Si entra un exceso de dólares en el país vamos a comprar todo (…) Tenemos dinero para enfrentar alguna eventual entrada de recursos con la capitalización de Petrobrás”. Mientras tanto y como primera medida, el Gobierno autorizó al Tesoro Nacional a comprar alrededor de 5.500 millones de dólares extra en el mercado local.
Fortaleciendo el MERCOSUR
Finalmente, más allá del acuerdo puntual firmado por Argentina y Brasil en el marco de cooperación tecnológica en materia de software y administración de nombres de dominios de Internet, esta propuesta específica muestra avances importantes para consolidar una relación que derive, más temprano que tarde, en una política económica común definitiva (comercio con moneda propia, códigos aduaneros comunes, política comercial justa y equitativa, etc.). En la misma dirección, el Ministro de Agricultura, Wagner Rossi, se reunió con su par argentino, Julio Domínguez, para acordar una estrategia comercial para vender agroalimentos a China, Japón y Corea. Rossi y Domínguez declararon al respecto: “Tenemos que dejar de competir, juntos somos muy fuertes… si entre nosotros competimos el precio siempre cae”. Es interesante entonces reflexionar que para comenzar una política proactiva en conjunto, se tiene que terminar definitivamente con la denominada “carrera hacia abajo”, donde la competencia entre socios solo beneficia a terceros y perjudica a los pueblos que observan en la devaluación salarial, la flexibilización laboral o la eliminación de protecciones medio-ambientales, la errónea decisión de la dañina competencia defensiva entre países hermanos.