El Partido Socialista Francés busca recuperarse

Publicado en el diario BAE, 1 de Septiembre de 2009.

Autor: Pablo Kornblum

El Partido Socialista (PS) francés se encuentra debatiendo en estos días la posibilidad de  instaurar elecciones abiertas a todos los militantes de izquierda para elegir al candidato que en 2012 buscará suceder a Nicolás Sarkozy. Según sus principales partidarios, las primarias abiertas le permitirían al PS que su candidato sea designado no sólo por 200.000 personas, como fue el caso de Ségolene Royal en 2006, sino por una fuerza electoral que podría oscilar entre 3 y 4 millones de votantes.

Lejos quedan los tiempos en que el socialismo francés tenía una fuerte influencia en Europa y el partido actuaba en bloque bajo la autoridad de François Mitterrand. El efecto potenciado de la implosión del comunismo junto con el desarrollo de la globalización, ha provocado la escisión de diversas vertientes de la izquierda francesa. Como consecuencia, muchas corrientes de pensamiento vieron su oportunidad para salir del centralismo reinante y crear sus propios movimientos; muy en contraposición de la lógica fundacional del Partido Socialista Francés allá por el año1905, que llamado originalmente SFIO (Section Française de l’Internationale Ouvrière, o Sección Francesa de la Internacional Obrera), consiguió la proeza de unir en una fuerza común a todos los grupos socialistas, hasta ese momento fuertemente fragmentados: los marxistas de J. Guesde, los socialistas revolucionarios y los socialistas pragmáticos liderados por Jean Jaurès.

Este reacomodamiento en medio de una transición política y económica mundial, encontró al Partido Socialista Francés en una posición expectante: mientras en la década de 1990 se lo observó impávido sufriendo los avances neoliberales en todas las latitudes, el desarrollo de este siglo comenzó a mostrar las grietas sistémicas en donde muchas otrora proezas se transformaban y desencadenaban en adversidades, siendo la pérdida de competitividad internacional o el empeoramiento de la situación socio-económica de los trabajadores el impulso necesario para que el PSF pueda volver a los primeros planos de la política nacional y dispute la presidencia en el 2012.

Para lograr este objetivo, la idea de algunos de sus principales líderes fue la implementación de primarias abiertas para captar votos de aquellos simpatizantes socialistas que se encuentran en la actualidad dispersos dentro de una variedad de opciones progresistas y de centro. Esta situación se generó debido a que la posibilidad de lograr alianzas para alcanzar el objetivo común del bienestar social parece haber sido dejada en un segundo plano, ya que la individualización y la fortaleza de los demás partidos de todo el espectro de izquierda, tornan cada vez más complicadas cualquier tipo de negociación que favorezca la posición política del Partido Socialista Francés. Ni los ecologistas, liderados por el líder estudiantil de Mayo del 68, Daniel Cohn-Bendit, ni el centro-izquierdista MoDem, liderado por François Bayrou o el mismo partido de extrema izquierda Nuevo Partido Anticapitalista, liderado por Olivier Besancenot, parecen ser flexibles a la hora de negociar posturas y discutir candidaturas.

Las políticas de seducción nunca formaron parte de la historia del Partido Socialista Francés. El poder pertenecer siempre implicó un compromiso social y un rol activo en las decisiones partidarias. Pero en la actualidad y en contraposición de su tesón filosófico antiliberal, esta “mercantilización” en la búsqueda de votos pareciera ser necesaria. El descontento con los gobiernos de izquierda, la pérdida de ideales y la búsqueda de pragmatismos que puedan lidiar con las problemáticas domesticas e internacionales, aparecen como contrafuerzas que requieren nuevas ideas y esfuerzos diferenciados. Las primarias abiertas son una opción más entre otras medidas que seguramente el PSF tomará de cara a las próximas elecciones. Solo habrá que esperar el resultado electoral para poder decir si esta nueva propuesta habrá sido efectiva.