Un cambio marginal sin impacto en la industria

Pablo Kornblum – Publicado en el diario Tiempo Argentino el 27 de Septiembre de 2014

http://tiempo.infonews.com/nota/133674/un-cambio-marginal-sin-impacto-en-la-industria

Los procesos de acumulación global requieren de recursos energéticos. Hasta el día de la fecha, es inconcebible entender el modo de reproducción capitalista, el crecimiento económico y la sustentabilidad del statu quo, sin asociar nuestro modo de vida y producción actual a la industria de los hidrocarburos.

Bajo este contexto, la familia Rockefeller se ha sentido históricamente responsable del avance de la humanidad: siempre estuvieron convencidos de que han ayudado a construir una economía y una sociedad prósperas a las que ha provisto energía abundante a bajo costo. En este sentido, difícilmente los progenitores de uno de los pilares del sistema mundo en el que vivimos quieran quebrantar el legado de una de las familias más poderosas de la tierra.

La familia Rockefeller continuará realizando sus negocios, a pesar de que sus millones de dólares alcanzan para la eternidad de la descendencia de su clan. Por un lado, no todos los activos de la familia se redirigirán hacia las energías limpias. Sólo para citar algún ejemplo, los Rockefeller también tienen presencia en grandes bancos como JP Morgan Chase & Co (a través del Chase Manhattan Bank, del cual han sido fundadores) o el City Bank. Que, por supuesto, poseen participaciones en grandes petroleras internacionales.

Por otro lado, sus decisiones no tienen un impacto cuantitativo en términos de producción o de flujos financieros que puedan cambiar el escenario de producción o de demanda de hidrocarburos a nivel global. El mercado de petróleo es tan inmenso y depende de tantas variables –tanto económicas, productivas, como geopolíticas–, que tampoco tienen la capacidad de generar algún tipo de información privilegiada o de influir sobre las bolsas de valores.

¿A que se debe entonces este anuncio? ¿Será que las predicciones sobre el ingente proceso productivo de petróleo no convencional (‘fracking’) han cambiado la expectativa creciente de precios hidrocarburíferos futuros? ¿O que como los hidrocarburos no son renovables se visualicen como una industria en tiempo de descuento? ¿O que la tan mentada declamación sobre Responsabilidad Social Empresaria (RSE) sea aun más importante que la elusión impositiva que la misma genera?

Lo único fáctico es que la Organización para las Naciones Unidas (ONU) quiere limitar el calentamiento global a dos grados centígrados respecto a la época preindustrial. Y como respuesta, Valerie Rockefeller Wayne, tataranieta de Rockefeller y fiduciaria del Fondo, manifestó que «hay un imperativo moral para preservar un planeta saludable». Por ahora, lo único claro es un cambio en el portafolio de inversiones; de un monto importante, sí, pero lejos de ser tan totalitario o trascendente en comparación con la riqueza que han acumulado en más de un siglo.