Interna Republicana

Publicado en Diario Perfil, 3 de Marzo de 2012

En medio de una campaña marcada por el “debate moralista”, que no eludió ni a Dios ni al diablo, el martes diez estados decidirán entre los cuatro candidatos republicanos en carrera Mitt Romney, Rick Santorum,Newt Gingrich y Ron Paul quién los representará en las elecciones generales del 6 de noviembre. Ante planes económicos ortodoxos similares, Santorum buscó una nueva arena política para diferenciarse: la esfera religiosa. Hasta entonces, Romney se presenta como ganador en seis estados pero el rápido asenso del ultra conservador Santorum podría ofuscarle el sueño presidencial. Mientras la competencia se dirime todavía ninguno de los republicanos ha logrado vencer al presidente Barack Obama en las encuestas.

La interna comenzó con la réplica de la premisa electoral republicana por excelencia: Reducción de impuestos y gasto público, especialmente en seguridad social. Dentro de este marco de debate, el empresario Romney logró derrocar a sus contrincantes aún antes de llegar a las internas. Tenía en su haber, la experiencia de ser un empresario millonario exitoso y una tradición familiar política que lo avalaba para lanzarse a la Casa Blanca.

Su discurso liberal en lo económico y moderado en lo social, parecía bastarle para disputar las elecciones generales, hasta que Santorum comenzó a sonar más fuerte. Recorriendo los estados en camión, fiel al estilo “blanco americano” intentó diferenciarse del multimillonario con su mejor arma: la exacerbación del conservadurismo.”Los valores seculares van contra los orígenes del país”, pronunción una y otra vez en su campaña. “Es un abogado, un hombre de Washington que desconoce de economía, por eso basa su candidatura en su fortaleza, los valores religiosos y morales”, explicó Pablo Kornblum, director de economía del Centro de Argentino de Estudios Internacionales (CAEI).

Con la emergencia de Santorum y su rápido asenso, nuevos tópicos como la anticoncepción, el islam y la libertad religiosa disputan a los más convencionales como la recuperación económica o la política exterior. La estrategia del ex senador de Pensilbania va ganando cada vez más lugar en el debate.  Ha convertido  a la política en una “prueba de fe” y en su afán metió de lleno a Dios pero también al Diablo. Cuando el sitio Drudge Report sacó a relucir que en 2008 Santorum había declarado en la Universidad de Ave María en Florida: “Satanás ataca a todos nosotros y también a las instituciones”,  lejos de retractarse el ultra conservador volvió a afirmar sus dichos.

¿Cuán fructífera será la estrategia planteada por Santorum? Si bien las encuestas lo muestran en asenso aún Romney se posiciona en primer lugar. Según Gallup el multimillonario cuenta con el apoyo de un 35% de los votantes, mientras que su contrincante con el 24%. “Nunca un discurso basado en la religión ha triunfado”, afirma Kornblum. En este sentido, el especialista en política internacional considera que quienes no lo han seguido todavía, ya no lo harán. Los indecisos y los  más moderados prefieren alguien con mayor experiencia en el campo económico.

Las encuestas y aquello de “es la economía, estúpido” refuerzan esta explicación.Aún con la radicalización discursiva planteada por Santorum, los resultados que los republicanos vaticinaron con el triunfo de las elecciones de medio término no están a la vista. La intencionalidad de voto de Barack Obama aún continúa en asenso en tanto la economía da señales de recuperación mientras debe lidiar contra discusiones sobre ángeles y demonios.