La Política Exterior Argentina durante el año 2018

https://www.lanacion.com.ar/2205057-balance-politica-exterior-2018

La política exterior argentina estuvo signada por un eje principal en el año que estamos concluyendo: desde el lugar que se la mire, la economía ha sido el foco y objetivo de los funcionarios dedicados a la temática.

En este sentido, el sector financiero ha sido la vedette, donde la necesidad de financiamiento urgió el recurrir al FMI (vía Trump), al SWAP con China, y a todo aquel país en el mundo que desee colocar sus divisas en nuestro país: ya sea a través de la preferible Inversión Extranjera Directa, pero también bajo aquellos instrumentos que permitan aceitar la cuestionada ‘bicicleta financiera’. Por supuesto, también se ha esperado el siempre soñado ‘milagro exportador’ que permita dar vuelta nuestra ya  crónica balanza comercial deficitaria.

Lamentablemente, los ojos con los que nos posicionamos ante el mundo conllevan dos grandes dilemas. Uno es diferenciar la discursiva de la realidad: por un lado, el financiamiento (24.000 millones de dólares entre el FMI y el SWAP chino) solo sirven para evitar la caída y estabilizar, al menos en el corto plazo, la macroeconomía; por otro lado, la capacidad exportadora es escasa en relación a la apertura importadora (-6000 millones de dólares en lo que va del año); y finalmente, la IED es insuficiente (no llegarían a los 5000 millones de dólares al concluir el 2018) y relativamente baja en relación al resto de los mercados de la región.

Por otro lado, y como complemento necesario de análisis, no podemos desentendernos de la fragilidad de la economía doméstica: sin un claro norte institucional y una política económica que reactive definitivamente el mercado interno, las fortalezas que se puedan lograr en el plano exterior serán, en el mejor de los casos, marginales para contribuir al desarrollo conjunto de nuestro país.