Por Pablo Kornblum en Revista Mundo Plural
https://www.yumpu.com/es/document/view/56577015/n-6-diciembre-2016
• La problemática económica no es solo económica, y es estrictamente necesario un consenso social y productivo sostenido por políticas de Estado e Instituciones sólidas para salir de la trampa de los países de ‘ingreso medio’.
• La ayuda externa para salir de la trampa del ‘ingreso medio’ (inversiones directas estatales y privadas, y liquidez a bajo costo), dependerá de cómo se utiliza; sin ayuda – por ejemplo de las grandes potencias como Estados Unidos o China -, se deben realizar políticas económicas audaces que requieren de una coyuntura muy favorable y esfuerzos endógenos de tinte económico, político y cultural.
• No hay un solo camino al desarrollo. En este sentido, las condiciones históricas, culturales, demográficas y geográficas endógenas y exógenas, generan un pensamiento nacional que debe ser moldeado dinámicamente.
• En la situación global actual raramente se ven negociaciones sustentables en tandas o bloques de dos o tres países que se unen para favorecerse en determinada coyuntura. Los acuerdos bilaterales o entre bloques económicos (o un mix de ambos) son los que más han avanzado hasta el día de hoy. Más aún cuando históricamente ha habido enormes diferencias en las políticas macroeconómicas – y su consecuente coordinación – entre la Argentina y Brasil.
• Desde mi punto de vista a relación política con las provincias, con importantes derivaciones económicas, no debe ser una excusa para con el cuidado el Medio Ambiente. La discusión se debería centrar en si es necesario continuar exprimiendo económicamente los recursos en detrimento de la naturaleza, en términos relativos a los tiempos requeridos para realizar un cambio productivo hacia economías más verdes.
• La reacción de las democracias capitalistas occidentales ante el avance de las extremas, izquierda y derecha, son un espejo y un contrapunto de cuidado. Sus exigencias anti-sistema que rozan ciertos márgenes de tolerancia social y ética, les quitan a las elites pro-sistémicas un importante margen de maniobra.
• Se debe poner el eje en las expectativas para estimular la inversión privada, ya que los Estados se encuentran constreñidos con demandas crecientes. Ello implica altos niveles de credibilidad y consenso político con el mercado nacional e internacional.
• La sustitución tecnológica por parte de las máquinas es una temática estructural que ya se está discutiendo en los países desarrollados y debe comenzar a tratarse en nuestro país lo antes posible, dada su interrelación con variables claves como la educación y la productividad.
• Para que los vaivenes cíclicos de los actores no sean el ‘perdí ayer por lo que debo ganar hoy’, se deben tratar de minimizar las fluctuaciones y socializar de antemano las ganancias y pérdidas entre todos los actores económicos. En este sentido, las transiciones productivas hacia economías más inteligentes no tienen que ser pensadas por el ‘costo político’ de corto plazo, sino por las potencialidades a futuro.