Por Pablo Kornblum
https://www.yumpu.com/es/document/fullscreen/57762195/revista-7-marzo-2017
Bajo una óptica neoliberal, el Gobierno del PRO asumió en Diciembre de 2015 con algunas premisas: a) volver al modelo agro-exportador de principios del Siglo XX, con un rol claro de Argentina en el proceso productivo global a través de la potenciación de las industrias extractivas de recursos naturales (alimentos, minería, etc.). Para ello se ha dado un fuerte impulso al sector, sobre todo a través de la quita de impuestos y subsidios selectivos. b) se buscó cerrar la brecha fiscal que permita reordenar las cuentas públicas, generando expectativas macroeconómicas positivas y bajando los niveles de inflación. c) se trató de generar un proceso de retroalimentación positiva entre la baja de la inflación y las inversiones, que le permitan a la Argentina volver a crecer sustentablemente.
Por el contrario, la situación económica en términos de crecimiento y desarrollo económico empeoró en el 2016. Se podría esgrimir las siguientes razones: a) la forma y la distribución del ajuste fiscal implicó una importante suba de tarifas que impactó en las clases medias y bajas – mayoritarias -, afectando el consumo (principal aportante al PBI). b) luego de la importante devaluación de comienzos de mandato, los monopolios formadores de precios incrementaron sus ganancias potenciando un proceso inflacionario que concluyó en torno al 40% anual. c) no se recibieron las inversiones productivas que el Gobierno esperaba; principalmente porque la economía real se encontró casi todo el año en recesión y las altas tasas de interés llevaron a que la mayor parte del capital se dirija hacia la lógica financiera.
El escenario económico seguirá siendo complejo para el año 2017. La suba de tasas de interés en los Estados Unidos podría generar un ‘flight to quality’, además de encarecer el endeudamiento creciente de un país que con avidez busca inversiones a lo largo y ancho del planeta. Por otro lado, la inflación encarece los productos argentinos – contraproducente en un momento en el cual el gobierno nacional desea abrirse al mundo y ganar mercados -, potenciando además el déficit de Balanza de Cuenta Corriente.
En otro punto importante, los inversionistas extranjeros buscan previsibilidad de largo plazo para sus inversiones productivas, mientras que los locales se encuentran a la espera certidumbre en tanto la reactivación del mercado interno (difícil en el complejo contexto político del país). Finalmente, la pérdida de empleos y la merma en los ingresos – con sus consecuentes tensiones sociales – ha generado, por un lado, una necesaria respuesta de tinte keynesiano del gobierno a través de una ingente inversión en infraestructura, y por el otro, la no disminución de la planta de personal del Estado que dinamice, al menos marginalmente, la producción de las PYMES y el vapuleado consumo interno.
En Revista Latin Trade – Primer Trimestre de 2017
A su vez, Pablo Kornblum, director de Economía
Internacional del Centro Argentino de Estudios Internacionales,
opina que, al contrario de lo que afirma
el Gobierno, la situación económica en términos de
crecimiento y desarrollo empeoró el año pasado y pronostica
un escenario económico complejo para 2017.
Dijo a Latin Trade que “la subida de tasas de interés
en Estados Unidos podría generar un ‘flight to quality’,
además de encarecer el endeudamiento creciente de
un país que con avidez busca inversiones a lo largo y
ancho del planeta”.
Según Kornblum, la inflación encarece los productos
argentinos, lo que es contraproducente en un momento
en el cual el Gobierno busca abrirse al mundo
y ganar mercados, potenciando además el déficit de
balanza de cuenta corriente.
“En otro punto importante, los inversionistas extranjeros
buscan previsibilidad de largo plazo para sus
inversiones productivas, mientras que los locales se
encuentran a la espera de certidumbre en tanto la reactivación
del mercado interno (es difícil en el complejo
contexto político del país)”, concluye el analista. LT
DMITRY FOMINYKH
INFORMÓ DESDE BUENOS AIRES